A veces la vida nos pone en tesituras tan comprometidas, que no sabemos por dónde tirar. Cuando esto ocurre, sólo tenemos dos caminos:
- Bajar los brazos y rendirnos.
- Sacar lo mejor de nosotros mismos, incluso aquello que tenemos tan guardado, que no sabemos ni que lo teníamos.
Y eso es lo que me ocurrió a mí, a Fran Senra, un hombre nacido y criado en el Barrio marinero de Bonanza, que tuvo y tiene la gran fortuna de tener unos padres cuya obsesión fue la educación de sus hijos.
En febrero de 2018 yo había llegado al límite de mis esperanzas de encontrar un trabajo cerca de casa. Nunca entendí que con mi currículum y experiencia, nadie me quisiese. Un martes de aquél frío mes de febrero, quedé en el Bar Las Palomas con un amigo de Sanlúcar, Manolo Ceballos, profesor de Derecho Agroalimentario de la Universidad de Cádiz. Cómo es habitual en Sanlúcar, y especialmente en nuestro grupo de amigos, comenzamos a conversar alrededor de unos gorriones (vaso de manzanilla).
En el transcurso de la conversación, Manolo comentó que no entendía cómo en Sanlúcar aún no había ninguna empresa que hiciera en conserva los reconocidos guisos marineros de nuestra tierra. Y ahí empezó todo.
Me fui a casa decidido a desarrollar esta idea, siendo consciente de que me iba a encontrar muchas piedras en el camino. La primera, convencer a mi familia de que este proyecto podría salir bien.
Lógicamente, las personas que más nos quieren desean nuestra estabilidad, y esta idea tenía más posibilidades de fracaso que de éxito. Pero quizás esta ha sido una de las pocas veces en mi vida que no he escuchado absolutamente a nadie.
La segunda piedra fue saber cómo hacerlo, pues sin dinero y sin ayuda alguna, casi nada es posible. Las ayudas que las Administraciones ofrecen están diseñadas para los más pudientes, pues primero inviertes, y si tienes suerte y no te echan el proyecto para atrás porque falta un punto o una coma en el papel, te quedas con lo puesto y arruinado. Poco a poco todo esto se fue solventando.
En agosto de 2018, salieron los tres primeros guisos de Conservas Senra al mercado:
- Choco al pan frito
- Langostinos al ajillo y manzanilla
- Choco a la sanluqueña
Cómo anécdota, me gustaría contar que mi primera opción para dar nombre a la marca fue “Conservas La Sanluqueña”, pero el nombre ya pertenecía a otra persona o empresa. Después de pensarlo mucho, decidí homenajear a mis padres, así que entre Jaime Arias “Sastrería del Producto” y yo, decidimos poner a la madre de mi madre ( mami ), esto es, mi abuela, como imagen de marca, y por parte de padre utilizar su apellido, Senra.
Sanlúcar me acogió con cariño. Muchísima gente se volcó y comencé a sentir el apoyo de mi tierra, cosa que jamás olvidaré. Si no fuera por mis paisanos, nada hubiese sido posible. Poco a poco, con creatividad e ingenio que siempre suplen al dinero, Conservas Senra se fue conociendo. A los pocos meses fuimos sacando otros guisos como los Garbanzos con langostinos, Espinacas con Garbanzos, Berza jerezana o Langostinos con tomate por nombrar algunos. A veces los sueños se cumplen, y ver mi obra en abacerías, tiendas minoristas, algunos grandes supermercados y las ventas en nuestra tienda online, hizo que el esfuerzo y las noches sin dormir tuviese su recompensa.
Pero ocurrió algo más. Los reconocimientos llegaron también en forma de premios:
- Onda Cero a través de su programa “Andalucía Capital” me reconoció cómo Emprendedor del año.
- El Periódico La Razón me distinguió junto a Balbino Izquierdo y Fernando Hermoso (Bigote), cómo Embajador de la cocina de Sanlúcar.
- Extradigital y los profesionales del sector del marketing de Andalucía, eligieron hace unos días a Conservas Senra cómo la empresa agroalimentaria andaluza que Mejor Marketing realiza.
Ni qué decir tiene que estoy convencido de que estos reconocimientos podrían haberlos dado a otras empresas y profesionales que trabajan igual o mucho mejor que nosotros. Pero a nadie le amarga un dulce y da fuerzas para seguir un camino que para nada es de rosas.
Con el paso de los días después de esta “borrachera” de felicidad, llega la resaca y te das cuenta de muchas cosas. La primera es la cantidad de trabajo que queda por hacer, por ejemplo la labor comercial que aún es algo deficiente. Por otra parte el miedo al fracaso, porque nunca se nos olvide, hoy estás arriba y mañana te has dado un porrazo enorme que hace que te quedes en el sitio para siempre.
Mi obsesión es rodearme de personas más que profesionales, personas que te sumen, que no resten, que crean en el proyecto, que sientan mi pasión, que entiendan lo que significa esta empresa. El mundo está lleno de malas hierbas y hay que saber reconocerlas. Este ha sido mi principal master y aprendizaje con Conservas Senra.
SENRA está lleno de proyectos que se van a ir viendo más temprano que tarde, porque sin proyectos, no hay ilusión. Vamos alcanzando hitos, dando pasos pequeños pero firmes, y tengo muy claro hacia dónde quiero que vayamos.
Sanlúcar, tierra bendita, puerta de salida y llegada de grandes hombres, de culturas que nos han enriquecido. ¿ Qué puedo decir de ti?. Que es un privilegio haber nacido aquí, que mi vida no habría podido ser tan feliz si no me hubiese criado en Bonanza, que mis amigos de siempre están ahí, y que me dais la fuerza necesaria para seguir luchando. Sanlúcar , ¿ cómo no voy a escribir sobre tus rincones llenos de historia, con olor a madera envinada, sal, guisos y piel curtida entre el mar y el sol? . Soy un privilegiado por ser de aquí y poder disfrutarte
Gracias
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